La enfermedad inflamatoria articular puede afectar significativamente a la calidad de vida y la salud del paciente. En este texto se expondrán las causas y los síntomas de esta enfermedad, así como los distintos tipos de afecciones asociadas a ella. Además, se comentarán los tratamientos eficaces para ayudar a controlar la enfermedad, incluida la inflamación. El conocimiento de la artritis es sumamente importante, ya que permite un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz, evitando así complicaciones más graves y mejorando la calidad de vida del paciente.
¿Qué es la artritis?
La artritis o artrosis es una afección que provoca la inflamación de una o más articulaciones del cuerpo. Las causas de esta afección pueden ser enfermedades autoinmunes, enfermedades infecciosas o daños mecánicos en las articulaciones.
Causas de la artritis
Hay muchas causas de artritis. Una de ellas es un mal funcionamiento del sistema inmunitario, que puede confundir sus propios tejidos con tejidos extraños y atacarlos. Otras causas pueden ser una infección vírica o bacteriana y el estrés. Algunas personas también tienen una tendencia genética a la artritis, heredada de sus antepasados. Además, las lesiones o los traumatismos mal tratados también pueden contribuir a la artritis.
Síntomas de la artritis
La artritis se caracteriza por una serie de síntomas, como dolor, hinchazón, enrojecimiento y rigidez de las articulaciones. Estos síntomas pueden reducir la movilidad de las articulaciones y dificultar la realización de las actividades cotidianas. En los casos más avanzados, la artritis puede provocar daños permanentes en las articulaciones y graves restricciones de la movilidad.
Tratamiento de la artritis
El tratamiento de la artritis se basa en la causa de la enfermedad e incluye una amplia gama de métodos diferentes. El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida del paciente y mantener la función articular. Las terapias más populares incluyen medicamentos antiinflamatorios, fisioterapia, ejercicio y una dieta adecuada. En casos de enfermedades autoinmunes graves como la artritis, el tratamiento puede requerir fármacos inmunosupresores o biológicos.
Tratamiento farmacológico de la artritis
En las personas con artritis se suelen utilizar dos tipos de medicamentos. El primero son los fármacos antiinflamatorios y analgésicos, cuyo objetivo es aliviar el dolor y reducir la inflamación de las articulaciones. El segundo tipo son los fármacos modificadores de la enfermedad, que retrasan la destrucción articular. Los fármacos modificadores de la enfermedad se dividen en dos grupos: no biológicos y biológicos. Los fármacos biológicos se consideran los más eficaces para proteger las articulaciones de nuevos daños.
Tratamiento no farmacológico
Tratamiento no farmacológico
Las personas con dolor articular suelen pensar que evitar la actividad física es beneficioso, pero éste es un enfoque equivocado. Un ejercicio moderado adecuado es beneficioso, ya que ayuda a mantener la movilidad de las articulaciones y fortalece los músculos que las rodean. Merece la pena consultar a un especialista en rehabilitación con experiencia para determinar la mejor gama de ejercicios.
Tratamientos de fisioterapia
Los fisioterapeutas ofrecen métodos eficaces para aliviar el dolor que acompaña a la artritis. Recomiendan ejercicios sencillos para la articulación afectada y diversos tratamientos como hidroterapia, crioterapia o terapia láser.
Uso de guantes y bandas para pacientes con artritis
Las bandas de compresión diseñadas específicamente para el dolor de rodilla y artritis proporcionan un alivio eficaz. Proporcionan sujeción y estabilización de la articulación, además de reducir la inflamación. Están fabricadas con un material cerámico que refleja el calor corporal para aliviar el dolor. Además, no contienen látex, lo que elimina el riesgo de alergias. Para la inflamación de muñeca, los guantes son una buena elección porque alivian el dolor y también mejoran la movilidad de los dedos y la mano. Proporcionan una retención uniforme del calor y la presión, así como comodidad gracias a las costuras externas.
Pomadas, geles y tiritas
En las farmacias se pueden encontrar preparados de venta libre que pueden proporcionar un alivio inmediato del dolor articular. Estos preparados pueden contener analgésicos o principios activos como el mentol, la capsaicina o el aceite del árbol del té. Son una forma eficaz de aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la movilidad articular. Sin embargo, antes de utilizar preparados sin receta, es importante leer atentamente la etiqueta y consultar al farmacéutico o al médico, sobre todo si padece otras afecciones médicas o está tomando otros medicamentos.
Dieta adecuada
Las personas que padecen artritis suelen ignorar el impacto de una dieta sana y la administración de suplementos en su estado. Para favorecer la salud de las articulaciones, es importante aportar colágeno, por lo que es una buena idea introducir en la dieta diaria productos que contengan gelatina. Para aliviar la inflamación, se recomienda consumir pescado azul marino rico en ácidos grasos omega-3, verduras, fruta, frutos secos y semillas.
Si tiene problemas articulares, evite los alimentos muy procesados, como dulces, patatas fritas, aperitivos, comida rápida y comidas instantáneas. Los conservantes, colorantes y aromas artificiales que contienen pueden agravar la inflamación, lo que contribuye al dolor del paciente.
¿Cuáles son los tipos de artritis?
Existen unos 100 tipos diferentes de artritis, pero las que aparecen con más frecuencia son la artrosis, la artritis reumatoide, la gota (también conocida como gota, artritis o gota), la artritis reumatoide juvenil, el lupus eritematoso, las espondiloartropatías, la artritis séptica y la inflamación causada por una infección.
¿Es peligrosa la artritis?
Si no se trata adecuadamente, la artritis supone una amenaza para la salud y una buena calidad de vida. Síntomas como el dolor, la rigidez y la dificultad de movimiento pueden provocar incapacidad para realizar las actividades cotidianas y una reducción de la actividad física. Cuando la artritis es el resultado de una enfermedad autoinmune, pueden producirse daños en otros órganos y tejidos del cuerpo. Por tanto, es importante reconocer y tratar la artritis con prontitud para reducir el riesgo de complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente.